Engrenages y Le Bureau des légendes: Luces y sombras de los profesionales del orden público

 


Estas magníficas producciones francesas son consideradas por algunos cinéfilos -es mi caso- como dos de las mejores series de la historia; lo son especialmente gracias a sus excelentes guiones y a su sublime puesta en escena

Engranages (también conocida como Spiral) describe el día a día de un juzgado de instrucción y un equipo policial parisinos, por su parte Le Bureau des légendes pone el foco en un grupo del servicio de inteligencia francés con agentes infiltrados en Oriente Próximo

 

Ambas retratan en autenticidad la realidad política y social europea -y por extensión mundial- de este tiempo de creciente inestabilidad y polarización

 

Y ambas nos ofrecen un excelente estudio psicológico de sus distintos personajes destacando las humanas ambivalencias de sus protagonistas ante la gran dificultad de su trabajo y la casi imposible conciliación familiar

 

En efecto, su interés principal no es la acción a menudo violenta de los operativos -retratada brillantemente, pero en su justa medida- sino el cómo vivencian esa arriesgada labor cada uno de sus miembros


Engrenages (2005-2020): Entre lo lícito y lo ilícito

 


Digna heredera del espléndido cine polar (el noir galo de los años 60 del pasado siglo) que abanderaran Jean-Pierre Melville, Jacques Becker y Henri Verneuil, Engrenages nos muestra en sus ocho temporadas un París áspero y gris en el que los eternos opuestos -el bien y el mal- se buscan y a menudo se dan la mano

 

Un París donde simbólicamente casi siempre llueve; ese llover puede interpretarse como imagen del descarnado y doloroso ambiente social retratado (el dolor de los desprotegidos y marginados por la sociedad global, pero también el de los propios profesionales de la protección)

 

En esa ambientación noir, Alexandra Clert y Guy-Patrick Sainderichin nos ofrecen con buen pulso narrativo una cautivadora ficción realista en la que convergen multitud de historias que son como pequeños engranajes que encajan a la perfección y que nos permiten ir conociendo en profundidad los claroscuros de sus distintos protagonistas

 

Personajes todos ellos muy bien definidos y excelentemente interpretados de los que cabe destacar:

 

Laure (Caroline Proust) quien lidera el equipo policial protagonista que completan Gilou (Thierry Godard) y Tintin (Fred Bianconi) coordinados todos por el Comisario Brémont (Bruno Debrant)

 

Y en el ámbito de la justicia el carismático Juez Roban (Philippe Duclos), el fiscal Pierre Clément (Grégory Fitoussi), la abogada Joséphine (Audrey Fleurot) y el también abogado Éric Edelman (Louis-Do de Lencquesaing)




De todos ellos Laure, Gilou y Joséphine son los que soportan más carga psicológica interna, y en consecuencia vivencian con mayor presión su estresante día a día

En todo caso, en ese elaborado retrato de luces y sombras personales de los protagonistas se evidencia la negrura político-social comentada:

 

La corrupción que planea en el ambiente pese a la ética de la mayoría de los personajes protagonistas y así mismo el cómo estos en la voluntad de atrapar a los delincuentes a menudo traspasan los límites de lo normativo con lo que la frontera entre lo lícito y lo ilícito se difumina

 

Pero también hay luces entre tantas brumas y aguas grises:

 

La más brillante es la sólida camaradería de los equipos de trabajo retratados como forma -entiendo- de mostrarnos el gran valor de la amistad -y del amor entre alguno de los personajes- para poder enfrentarse a tanta dificultad externa (la delincuencia en las calles) e interna (los poderosos tentáculos de la corrupción política)

 

Y esa luz de corazón desnudo es la que confiere mayor humanidad a Engranages y nos insufla -pese a tanto y tanto- algunas dosis de reconfortante esperanza


Le Bureau des legéndes (2015-2020): Entre las mentiras y la verdad




Eric Rochant nos ofrece una gran serie de espionaje que destaca especialmente por su magnífico guion. Se trata de una historia atrapante con múltiples ramificaciones perfectamente desarrolladas y llena de giros inesperados que es fiel reflejo de la compleja realidad geo-política en Oriente Próximo

Su intrincada trama desvela un peligroso juego de espías de distintas nacionalidades algunas de las cuales se declaran amigas pero que a menudo actúan como si no lo fueran en la priorización de sus ocultos objetivos personales. Porque para alcanzarlos todo vale y nadie importa (sea ese alguien incluso un compañero)

 

Un guion muy elaborado que destaca por el retrato humano y psicológico de sus personajes principales. Unos protagonistas cuya profesionalidad se basa en su capacidad para crear y adoptar distintas falsas personalidades que resulten creíbles. Y así mismo conseguir que ni sus rostros ni sus gestos transmitan la verdad que son y sienten

 

En este sentido la obra audiovisual cuenta con un excelente reparto que da gran veracidad a sus personajes. Resultan especialmente convincentes las magníficas interpretaciones de Mathieu Kassovitz como el agente Malotru, Sara Giraudeau quien es la agente Marina y Zineb Triki encarnando a la siria Nadia


Dos mujeres y un hombre -especialmente él- que viven en y entre las mentiras -en su labor diaria pero también por seguridad en su vida privada- con bien pocas posibilidades de mostrarse en su verdad desnuda con todo lo que esto implica para su equilibrio psíquico y emocional




Es Malotru -un agente brillantísimo, inteligente e intuitivo al que casi nada se le escapa y que muestra una gran capacidad de improvisación y que es maestro en el arte de cambiar de personalidad- quien soporta la mayor carga de mentiras en su voluntad de proteger a las mujeres que ama: su hija adolescente y la inocente Nadia

Sufrimos y nos emocionamos con todos ellos deseando que cayeran las mentiras que los atenazan. Pero ese deseo parece un imposible en el universo del espionaje

 

Le Bureau des legéndes es pues en esencia una historia de mentiras, improvisaciones, giros argumentales… que resultan fascinantes pero que requieren nuestra máxima atención para no perder el hilo o los hilos argumentales. Si aceptan semejante desafío, comprobaran que es toda una gozada ser espía de sofá


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