En la boca del lobo: De las mujeres y las oscuridades humanas
Mamá, te llamo mamá porque eres mi madre. Quiero hablar
contigo y no puedo, me es imposible
Julieta
La polifacética escritora y periodista Elvira Lindo nos ofrece en su última novela publicada una magnífica ficción que ahonda en el ambivalente sentir de distintas mujeres vinculadas entre sí ya sea por sus raíces familiares o por su lugar común. Una historia atrapante de bella prosa que ya desde la primera página muestra una fuerza y una sensibilidad excepcionales
En la
boca del lobo (2023) parte del relato de las vivencias de Julieta, una niña
preadolescente que regresa junto a su joven madre a la casa de sus raíces
familiares ubicada en una pequeña aldea perdida rodeada de simbólicos bosques.
Un microcosmos cerrado que las enfrentará a sus miedos, a sus silencios y a sus
soledades
Junto a las
dos mujeres que parecen hermanas por edad y por expresa voluntad materna (la
madre prohíbe a Julieta que la llame mamá), Lindo nos presentará a los pocos
habitantes de ese pueblo moribundo poniendo el foco en sus féminas. El suyo es
un lúcido retrato descarnado de esas mujeres que evidencia un conocimiento
profundo de la polifacética naturaleza femenina humana
Un
conocer profundo que se nos muestra en simbólica brumosa ambientación gracias
al recurso de los a menudo difusos saltos temporales en los que Julieta se ve
(y se vivencia) a sí misma y simultáneamente las ve a todas ellas con sensible
mirada despierta. Esas brumas temporales cual nieblas del bosque local y como
imagen del simbólico bosque de la a menudo sombría condición humana
Así, va/vamos
conociendo a la fallecida abuela materna, a las cuatro mujeres ya ancianas quienes
conforman junto a sus hombres el hálito de un tiempo que se abisma en el olvido;
y especialmente descubrirá/descubriremos a la “forastera” Emma, mujer de
espíritu libre que un día ya lejano llegó a ese lugar de monotonía con voluntad
de quedarse
Emma y
Virtudes (una de esas cuatro mujeres aldeanas) poco a poco se convertirán en
referentes adultas -pero de características casi antagónicas- para esa niña
retraída de madre muy desapegada
Desamparo
Y es que
uno de los principales temas que la novela aborda con maestría es el desamparo
a través precisamente del personaje de Julieta que no sabe quién es su padre y
ha crecido con una madre que la ama más como “hermana” que como hija. Una madre
muy joven que lo fue en desidia y que en desidia victimista le demanda mucho
más de lo que le ofrece. Así se siente la preadolescente marginada:
“De
haber sabido verbalizar mi rabia le hubiera gritado, mírame a mí de una puta
vez, sálvame tú ahora, ocúpate de algo más que de tu desgracia. Pero la vida no
te da armas para defenderte cuando eres niña, te las concede cuando ya es
demasiado tarde”
E iremos
comprendiendo que también la madre se sintió desamparada y que incluso -pese a
las apariencias- en la propia Emma late una necesidad de protección que se hace
evidente cuando conoce en propia piel la dureza del invierno local en su
vivienda sita en mitad del bosque
Maternidad
El otro
gran tema que aborda Lindo es el de la maternidad gracias al retrato que hace
Julieta de su madre, a quien llama por su nombre de pila tal y como le exige
ella. La niña en su precoz madurez la entiende, de hecho -y de ahí su carga- la entiende mucho más de lo que es entendida
por la madre:
“Eran
muchas las veces en que brotaba de ella ese odio, no hacia mí sino hacia sí
misma, hacia la chica precoz y temeraria que casi desde niña buscaba el desafío
más que el placer, o que sólo ante el desafío encontraba satisfacción.
Detestaba a la muchacha que se quedó embarazada a los dieciséis”
Y de
maternidad se hablará también a través de las mujeres de referencia: Virtudes y
el hijo que murió siendo niño, y Emma y sus deseos no cumplidos de un día
llegar a alumbrar vida
Tres
mujeres “madres” que en esos distintos tiempos se entremezclan en una evocación
casi onírica y que actúan como espejos de los claroscuros de la condición
humana femenina en los que una Julieta ya adulta buscará regenerase como mujer
abrazando a la niña abandonada y maltratada que malvive en su interior
Abuso
En
efecto, Julieta no solo carga con la falta de madre. El título de la obra ya
nos alerta de que tras los abismales silencios de madre e hija anida una fétida
oscuridad que una en su irresponsabilidad no quiso/quiere iluminar y la otra
como niña víctima desamparada no alcanza a verbalizar
Aunque
sí lo hará Julieta niña el último día de esas vacaciones en forma de carta a la
madre con el desesperado título Léelo mamá, por favor; y en ese acudir
al vocablo nunca permitido para volcar el mal vivenciado con el abusador
compañero de la madre, Julieta busca desesperadamente que su niña sea entendida
por esa madre esquiva, que la inocente niña que es sea abrazada por fin en
sanador amor..
Esperanzadora
luz
Elvira
Lindo ha conseguido sublimarse con esta excelente ficción que bien valdría una
adaptación cinematográfica tal y como ya ha ocurrido con anteriores títulos, entre
los que destaca Una palabra tuya (2008) dirigida por Ángeles
González-Sinde
Sea como
sea, no dejen pasar la oportunidad de leer esta evocadora novela que lejos de
recrearse en el mal pone esperanzadora luz a las sombras humanas con voluntad
regeneradora
Comentarios
Publicar un comentario