El infinito en un junco: Del amor por los libros y la épica del conocimiento
El amor por los libros forjó una
cadena invisible de gente que, sin conocerse, ha salvado el tesoro de los
mejores relatos, sueños y pensamientos a lo largo de los tiempos. Una fabulosa aventura
colectiva, la pasión callada de tantos seres humanos unidos por esta misteriosa
lealtad: narradores orales, escribas, bibliotecarias, traductores, libreras,
vendedores ambulantes, maestras, sabios, rebeldes, viajeros, impresores… Gente
común cuyos nombres en muchos casos no registra la historia. Los olvidados, las
anónimas. Personas que lucharon por nosotros, por los rostros nebulosos del
futuro
Irene Vallejo
Si sólo pudiera conservar un libro –ojalá nunca sea así- creo que este sería el elegido. Lo sería porque en él descansan todos los libros, Y es que El infinito en un junco (2019) encarna el alma de todas las historias a lo largo de todos los tiempos. Irene Vallejo ha conseguido transmitir su pasión –que comparto- por los libros, por las vidas de sus protagonistas y asimismo de quienes los han dado a luz. Es un homenaje a todos ellos y especialmente a quienes –a menudo con serias dificultades- han hecho posible su edición y transmisión a lo largo de los tiempos
La filóloga aragonesa repasa la historia del libro desde los primeros soportes como la piedra o la arcilla hasta el recientísimo de plástico y luz (bella expresión: la luz de la pantalla, la luz de la palabra, la luz de la cultura). Una historia de treinta siglos que ella inicia unos pocos años después de la muerte de Alejandro con unos enigmáticos jinetes. Jinetes en misión secreta de búsqueda de libros para la gran biblioteca de Alejandría que pretendía atesorar todos los libros del mundo. Y que se cierra con las bibliotecarias a caballo durante la Gran Depresión del siglo pasado en E.E.U.U. visitando los pueblos más recónditos para ofrecer libros a la gente como forma de favorecer la recuperación social y económica
Un apasionante viaje espacio-temporal de estructura no lineal localizado en su mayor parte en el Mediterráneo de la antigüedad como crisol de culturas y divido en dos apartados que la autora titula Grecia imagina el futuro y Los caminos de Roma
En una espléndida entrevista concedida al Diario de La Rioja para la página web Unir, La Universidad en Internet https://www.youtube.com/watch?v=cbgjaZwALn4&t=2s, Vallejo nos cuenta que en este libro de libros se propuso –y sin duda lo logró- realizar “Un ensayo en el que el conocimiento está entretejido con un flujo de cuentos, de biografías, de personajes, de perfiles y anécdotas” para así llegar a todo tipo de públicos aunando saber con entretenimiento
Y añade “Estamos acostumbrados al relato de la épica del combate pero no a la épica del conocimiento, la épica de la transmisión de las ideas y la cultura”
Qué cierta esta última
afirmación que define el espíritu del libro. Cuántas peripecias han tenido
lugar a lo largo de la historia que han hecho peligrar el legado cultural en
general y el legado escrito en particular. Guerras, saqueos, intolerancias de
pensamientos únicos de totalitarismos políticos y religiosos… Tantas
bibliotecas destruidas y tantos libros quemados en la antigüedad y aún en
nuestro pasado más reciente
Rozar la perfección
Y a pesar de tanto, de demasiadas bajas –se han perdido obras fundamentales, especialmente de la antigüedad- los libros han resistido los azotes de la barbarie. Vallejo lo expresa bellamente “Cuando un objeto ha sobrevivido tantos siglos y tantas peripecias es posiblemente porque roza la perfección”
Porque los libros son
objetos esenciales para todo aquel que quiera alimentar su alma y expandir el
conocimiento. Eso y mucho más, los libros tienen magia porque a menudo nos
transportan a lugares y tiempos lejanos -reales o imaginarios- haciendo posible
que nuestra imaginación vuele
Y son potenciales vehículos de amor hacia el que los lee o los escucha. Cuánto amor hay en quién lee a su pareja, a sus hijos o nietos… Qué intimidad en ese acto compartido… cómo recordamos a nuestra madre o a nuestro abuelo leyéndonos un cuento antes de dormir…
El libro conserva la memoria de la humanidad, en palabras de Vallejo “Gracias a los libros tenemos todas las mejores ideas, pensamientos, hallazgos de todos nuestros antepasados generación tras generación” Por eso, los libros son todo un tesoro aunque desafortunadamente no todas las personas lo sientan así
Para los que sí lo sienten, este libro de libros será –si no lo es ya- imprescindible. Una joya única que “roza la perfección” y brilla por su humilde belleza, belleza profunda que es la de su autora y que bien expresa su poético título El infinito en un junco
Este artículo es la revisión del publicado en el diario CyL
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