Intimidad: Las alargadas sombras de las redes sociales

 




Nadie tiene derecho a meterse en la vida ajena. Qué mundo feo es este… ante una pantalla todos pueden opinar, insultar y decir lo que se les ocurra, y sin conocerte de nada

Itziar Ituño

 

Esas son las sentidas palabras de la actriz que encabeza el excelente reparto –le acompañan entre otras Patricia López Arnaiz, Emma Suarez y Ane Wagener- de esta reivindicativa serie de ficción en clave femenina a propósito del derecho a la intimidad personal ante el a menudo insensible imperio de las redes sociales

Intimidad (2022) nos retrata distintos casos entrelazados de mujeres que ven cómo su vida se abisma tras la publicación y difusión de vídeos en los que ellas mantienen relaciones sexuales. Imágenes consentidas sólo para uso de allegados o imágenes captadas furtivamente sin consentimiento de la interesada. En todo caso, imágenes privadas que alguien con mala intención convierte en públicas gracias a las redes y que al viralizarse causan gran daño a las afectadas y a su círculo más cercano

Sus creadoras Laura Sarmiento y Verónica Fernández se basan en la cruel realidad que día a día sufren tantas mujeres, una realidad que en gran medida es reflejo de la rancia idea machista que pretende convertir a la mujer en objeto de consumo sexual. Ellas principalmente, aunque como es sabido también los venenosos tentáculos del compartir no consentido alcanzan a  algunos hombres…

 

Debo advertir que el análisis que sigue contiene spoilers



Persona pública

Una de estas mujeres viralizadas es Malen, la abogada y política que encarna magníficamente Ituño y que ve como su intimidad es de dominio público precisamente poco antes de las elecciones municipales a las que se presenta como alcaldesa

Y se nos muestra cómo influyen esas imágenes grabadas sin su consentimiento cambiando radicalmente su imagen pública por la falsedad social del señalamiento fácil al otro sin –como la actriz denuncia en la cita inicial- saber nada de su vida privada

Y es que Malen y su marido Alfredo viven juntos pero con el acuerdo de libertad total para relacionarse con otras personas, también en lo sexual. Un hecho que ambos ocultan a su hija adolescente Leire. Esa viralización no sólo hace tambalear a la persona pública sino que también ensombrece las vidas de sus seres más queridos quienes sin embargo –pese a las derivas de sus entornos sociales- permanecerán junto a Malen

En este sentido, vivenciamos la presión del entorno escolar a una Leire que en ese varapalo comprueba que son pocas sus amistades verdaderas. Y como el bueno –porque es un buen hombre, lo demuestra en ese mal trago familiar- de Alfredo es motivo de burla por ser marido “cornudo”

En definitiva, la fealdad de la gente que sin empatía o bien juzgan y se burlan del que está señalado u optan por callar en ese horrible silencio cómplice que favorece y engrandece las ofensas que sufren 

Y si ellos dos como familiares lo pasan mal, más aún una Malen que tiene que lidiar con esa sombra sobre su hogar y con las consecuencias personales y profesionales de la visualización de su intimidad. En efecto, la serie nos sumerge en los movimientos políticos de su entorno, de como por ese vídeo se la empuja a renunciar a su prometedora candidatura

Pero comprobaremos que Malen es mujer potente y valerosa, y que como tal seguirá adelante dispuesta a todo aunque –eso sí- en su priorización profesional lo hará sin colaborar con Alicia, la también potente y valerosa inspectora que busca poner luz a lo ocurrido…

 


Persona anónima

Pero todo cambiará progresivamente cuando conozca a Begoña cuya hermana Ane se suicidó por no poder soportar todo lo que le cayó encima tras la viralización en su entorno laboral de un vídeo orgiástico sexual en el que ella participa

Al contrario que Malen, Begoña busca poner luz a lo ocurrido en su necesidad de saber por qué Ane con la que estaba tan unida y a la que creía conocer bien le ocultó su gran sufrimiento. Será mucho lo que descubrirá de la hermana admirada por su actitud corajosa y que sin embargo temblaba por dentro

En una de las mejores escenas de la serie vemos a Begoña –a esa Begoña antes apocada- megáfono en mano al otro lado de la verja de la fábrica del horror que vivenció Ane y como los operarios (hombres en su mayoría) se acercan a escuchar la incómoda verdad que con bravura les espeta:

“Mi hermana era Ane Uribe. Trabajó diez años de su vida en esta fábrica. Y se dejó la vida en ella. Hace unas semanas, a algunos de vosotros os llegaron una foto y un vídeo suyo. ¡Ane era libre de estar desnuda, de follar, de sacarse fotos y de grabarlo! ¡Vosotros no erais libres de joderle la vida por ello! ¡Vosotros no erais libres de llevar su vida en vuestro puto bolsillo ni de pasárosla! ¡Ni de insultarla, ni de acosarla! ¡Fuisteis crueles! ¡No os importó su sufrimiento! ¡No denunciasteis! ¡Os sumasteis porque fuisteis manada!”

Y concluye su alegato señalando a la dirección quienes nada hicieron ante la denuncia de Ane “dejándola sufrir hasta que no aguantó más”. Unas palabras que de no ser por Malen quedarían en el ámbito privado de esa gente insensible…

En efecto, la en ese momento alcaldesa en funciones acude a apoyar a su amiga y le abre la puerta a que pueda explicar la verdad de su hermana a los medios que ha convocado. Una Malen que antes de dar la palabra a Begoña introduce la noticia con la voluntad de visualizar un problema social que también le afecta a ella “os he convocado para hablar de respeto, de acoso, de intimidad y de culpables”



En empatía

Intimidad denuncia en su visualizar las alargadas sombras de las redes sociales y asimismo apunta a que la solución real se encuentra en la empatía humana como reverso a la actuación en "manada" ciega retratada

Porque por muy potente que sea una persona que sufre la viralización de su intimidad, sabemos que todos somos humanamente vulnerables y que necesitamos la comprensión y el apoyo de los demás, lo necesitamos siempre pero especialmente en los momentos difíciles en los que casi todos huyen de nuestro lado

Es el caso de la ejemplar Malen quien se enfrenta a un mundo –el político, el empresarial y en parte también el social general- de gran arraigo patriarcal en el que prevalecen las voces masculinas y femeninas de poca o ninguna humanidad. Una de ellas es la del propio padre de Malen quien establece unos servicios muy mínimos de apoyo para esa mujer que tanto lo adora

Pero afortunadamente sí están para todo su hija Leire, su esposo Alfredo y también su fiel secretario personal. Me parece especialmente significativa la actitud de esos dos hombres que pese a los deslices y ocultaciones de una Malen desbordada la apoyan a full en todo conscientes de su delicada situación. Y es que en ellos anida esa tan necesaria empatía humana comentada para que nuestra sociedad se libere de las sombras de las redes y dejemos de ser "manada"


La cita del encabezado esta extraída de la entrevista a Itziar Ituño publicada por el diario Deia (https://www.deia.eus/on/2022/07/27/trama-intimidad-ficcion-5858979.html)




 


 

 

 

 


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