Maixabel: Ante el conflicto y la radicalidad, el valor de tender puentes

 



El perdón es una palabra que para mí tiene muchísimas connotaciones religiosas. Y yo no soy religiosa, soy agnóstica. Yo creo que dar una segunda oportunidad a una persona quiere decir lo que quiere decir, ni más ni menos. Yo se la quiero dar a quienes han solicitado estar conmigo y han hecho un recorrido personal. Puede haber alguien que no lo entienda y que lo disfrace diciendo que cómo he podido perdonar. Pero esto es algo mayor que eso y queda entre ellos y yo

Maixabel Lasa (Entrevista concedida a elDiario.es)

 

La comprometida directora madrileña Iciar Bollaín nos ofrece en su excelente Maixabel (2021) una lúcida reflexión sobre el valor del perdón y el diálogo, una defensa del laborioso tender puentes como acto necesario ante los conflictos humanos

Bollaín -quien trabajó con el veterano Ken Loach en su excelente Tierra y libertad- considera el cine como una poderosísima herramienta para lograr la transformación social y la creación de una sociedad más igualitaria. Y precisamente el perdón auténtico es quizás la expresión más sublime de transformación individual y colectiva

Así se evidencia en esta película que nos muestra una historia real vivida en Euskadi tras la dictadura franquista. La protagonista principal es Maixabel Lasa quien es la viuda de Juan Mari Jáuregui un alto cargo del PSE-PSOE que fue asesinado en el 2000 por ETA, un hombre dialogante que buscaba tender puentes en unos momentos de radicalidades irreconciliables

Y en la misma línea activa por la convivencia trabajó Lasa como directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco desde 2001 a 2012, un organismo que daba cobertura tanto a las víctimas de ETA como a las de los GAL y así mismo a los presos etarras torturados por la policía española

Asimismo el Estado Español promovió en 2011 un programa reparador dirigido a los presos etarras que se habían alejado de la organización terrorista. En dicho programa se les ofrecía la posibilidad de ir más allá responsabilizándose como individuos de sus acciones sanguinarias. Se abría la puerta a aquellos que quisieran recibir apoyo para realizar un trabajo personal encaminado a poder pedir perdón a sus víctimas y así ayudarles a resarcirse (y paralelamente en ese perdonar sincero a las familias de las víctimas poder resarcirse también a sí mismos)

Una tarea nada fácil a la que se acogieron dos de los tres terroristas que asesinaron a Juan Mari Jáuregui quienes acabaron hablando con la empática Maixabel Lasa

 


Resistencias versus humanidad

Bollain nos muestra ese proceso con elegante sobriedad, centrándose en la viuda y en Ibon Etxezarreta uno de esos dos etarras arrepentidos. Ambos retratos destacan por su rigurosidad y conmueven por su humanidad. Es mérito de la realizadora y también de las excelentes interpretaciones de dos grandes de la escena española actual como son Blanca Portillo y Luis Tosar quienes se entrevistaron con esas personas que encarnan en la película

Para muchos –entre los que me encuentro- es esta una de las mejores películas españolas de todos los tiempos. Tiene muchas virtudes, pero destacaré la que resalta el crítico Carlos Boyero en El País: “sale airosa de un territorio muy áspero”. Y es así, a mi entender, porque Bollain vuelca en ella todo su sentir integrador consiguiendo que su obra sublime –si cabe- la gran historia que retrata

Ese sentir tiene su punto álgido en la escena del homenaje a Jáuregui en el monte Burnikurutzeta. Allí, entre familiares y amigos, acude Ibon por deseo expreso de Maixabel. Y allí muestra a todos su sincero arrepentimiento. Se arrodilla frente al monolito que homenajea a su víctima ofreciendo un ramo de simbólicas rosas, se postra ante el hombre del diálogo a quien agradaría esa conversión según recuerda su viuda a todos los presentes. Bella escena de un bello gesto, especialmente por parte de Maixabel quien siempre vence sus resistencias evocando a ese gran constructor de puentes que fue Jáuregui

Sin embargo a este trabajo de reconstrucción nacional le queda aún mucho recorrido. Un año después desde el Gobierno de España liderado por Mariano Rajoy se dio por finalizado ese esperanzador programa de perdón, un error el cortar los escasos puentes de reparación en una sociedad (la vasca y en general la española) en la que perviven viejas heridas que requieren tratamientos sensibles y rigurosos como este

En mi opinión siempre es necesario el perdón bidireccional, asumir los propios errores y estar dispuestos a obrar en consecuencia dando espacio a las víctimas de esos errores a que decidan qué hacer con esa poderosa acción

Necesitamos dejar atrás radicalidades, abandonar armas físicas y verbales, abrir los puños de la confrontación y del asir grandes banderas identitarias… todo para mostrar y ofrecer la mano desnuda que es humanidad con mayúsculas. Esta película apunta en esta dirección. De sobras es conocido que es muchísimo más fácil destruir puentes que construirlos, de ahí que ponga en gran valor tanto los hechos relatados como su excelente puesta en escena

No se la pierdan

Entrevista a Maixabel Lasa https://www.eldiario.es/cultura/maixabel-lasa-victima-eta-perdonar-agnostica_1_8341694.html

Este artículo es la revisión del publicado por el diario CyL




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