The Kindergarten Teacher: Del talento y la frustración
Ama tu
oficio, tu vocación, tu estrella, aquello para lo que sirves, aquello en lo que
realmente eres uno entre los demás. Hazlo como si de cada detalle que piensas,
de cada palabra que dices, de cada pieza que pones dependiera la salvación de
la humanidad. Porque créeme que depende
Joan Maragall
Sara Colangelo escribe el guión y dirige una ficción dramática que es un brillante remake del filme israelí que realizara Nadav Lapid en 2014
The Kindergarten Teacher (2018) nos sumerge en la peculiar historia de Lisa, maestra de parvulario, y cuya vida se altera al descubrir que Jimmy, uno de sus alumnos, es poeta
Sin duda fue todo un reto el revisar una película
que había sido muy bien considerada tanto por la crítica como el público. Un
reto del que Colangelo sale victoriosa pues, a mi entender, su película
consigue mejorar al original. Lo logra
principalmente gracias a que nos define mucho más el personaje de Lisa, un
retrato humano que contiene nuevos matices que le dan una mayor profundidad. Y
además la realizadora estadounidense acierta de lleno en la elección de sus dos
protagonistas, especialmente en el caso de Maggie Gyllenhaal quien borda su personaje con
maestría. Y es maestría el nuevo final de la obra ideado por Colangelo que es
como un delicado haiku que invita a reflexionar
Antes de proseguir, debo advertir que este
análisis contiene spoilers
De la proyección a la fuga
Lisa parece tener una vida feliz siendo maestra de niños y compartiendo el hogar con su esposo e hijos. La vemos asistir a un curso de poesía como forma de búsqueda de una expresión propia pero sus poemas no consiguen emocionar a nadie. Poco a poco nos damos cuenta que hay en ella una frustración que proyecta en sus dos hijos; le ocurre como a muchos padres que quisieran que los hijos rellenaran sus huecos, llegaran a donde ellos hubieran querido llegar. Y tanto la chica como el chico son adolescentes que se rebelan, que quieren experimentar, que quieren vivir sus vidas y no las que desean los padres (en especial la madre a quien le gustaría que tuvieran vocación cultural o artística)
Va a ser en la escuela donde la frustración de Lisa se evidencie con mayor claridad. Entiendo que el cuidar niños es para la maestra una forma de cuidar su niña interior insatisfecha. Por eso cuando descubre que Jimmy es un niño poeta, Lisa se transforma y se obsesiona con él. El niño poeta le revive la niña sensible desamparada que un día se ahogó en el llanto por falta de comprensión y apoyo, una falta desafortunadamente común en nuestra sociedad de la priorización materialista
En su deseo de proteger-salvar al niño poeta, Lisa toma decisiones que exceden con creces su responsabilidad como maestra:
Se lleva a Jimmy sin el consentimiento paterno a una sesión de poesía para que recite sus bellos poemas. Y acaba huyendo con él abandonándolo todo rumbo al país vecino para iniciar una nueva vida donde niño y niña-mujer puedan expresarse con mayor libertad. Pero Jimmy al darse cuenta de todo llama a la policía para que lo liberen de su secuestro, es entonces cuando Lisa deja claros sus motivos, deja claro lo que siente “Este mundo te hará desaparecer. No hay lugar para ti en este mundo, para la gente como tú. En algunos años serás una sombra como yo" le dice a él, y sobre todo se dice a sí misma. Esas sinceras palabras son el preludio del final de la fuga de una Lisa insatisfecha con su vida, de una mujer frustrada
La última escena de la
película es de singular belleza, vemos como Jimmy se acerca cariñosamente a
consolar a la desconcertada maestra ofreciéndole su mano que ella acepta. Tras
lo cual suena con dureza la puerta, ha llegado ya la policía. Lisa se
sobresalta, ese sobresalto -entiendo- como el miedo de su niña interior
desamparada. Y una agente acompaña amablemente al niño al coche patrulla, Jimmy
no le habla; es en el momento que lo sienta y cierra la puerta del vehículo
cuando se inspira y dice: “tengo un poema”, pero desafortunadamente ya nadie le
oye (o la imagen del habitual no prestar atención adulto a la voz de los niños
que se entiende “heredada” e interior)
En la búsqueda de referencia femenina
Este final pone todo el foco en el incierto porvenir de Jimmy, el poeta. El padre –como tantos padres y madres de priorización laboral- está siempre muy ocupado y delega en empleadas su atención. Y la madre perdió la custodia por lo que hace mucho tiempo que no lo ve (lamentablemente Jimmy la cree muerta, durísima la actitud paterna y la indefensión materna)
Así se entiende que el niño
poeta dedique uno de sus bellos poemas a Anna, una mujer-madre ideal que
quisiera a su lado, una mujer-madre que el niño dice sin mucha convicción que es
la ayudante de Lisa en el parvulario (lo que decepciona profundamente a la
maestra, ella querría ser Anna, ella querría ser la mujer-madre-referente):
Anna es bella
Bastante bella para mí
El Sol brilla sobre su casa amarilla
Pareciera una señal de Dios
Jimmy solo tiene a su padre. Un padre que cuando Lisa intenta conseguir su apoyo para potenciar su don, le deja claro que quiere que su hijo “triunfe”; él (como lamentablemente tanta gente) entiende el triunfo como ganar dinero y poco más, así se lo explica: “Quiero que a mi hijo le vaya bien en la escuela, que sea listo pero también que tenga una vida normal, que gane dinero y sea práctico”. Con esta premisa se reduce o se suprime el espacio para el poeta que hay en Jimmy lo que podría derivar en su asfixia vital. De nuevo la potente imagen del niño solo encerrado en el coche patrulla y su desoído “tengo un poema”
Esa afirmación del niño puede evocarnos preguntas para reflexionar, diríase que esta es la intención de la directora. Preguntas tales como ¿Alguien más le va a escuchar a partir de ahora? ¿Quién va a ayudar al niño sensible que es? ¿Quién va a potenciar el artista poeta que late en él? Sabemos que no lo tiene fácil por su realidad familiar y por la desafortunada tendencia social a minusvalorar la sensibilidad. La sensibilidad que sabemos es la esencia del artista y que es como una flor delicada que requiere mucho mimo
Ojalá Jimmy encuentre en su vida a alguien que
le ayude por él mismo y no como proyección propia (tal y como le sucede a la
abismada Lisa). Ojalá no encierren (o se encierre como autoprotección) al niño
poeta que es y se asfixie al igual que le sucede a la maestra. Ojalá no sea así
porque ese don suyo, ese poeta que es, necesita expresarse; lo necesita por el
propio bien de Jimmy y lo necesita (tal y como bien expresa el gran poeta Joan
Maragall en la cita del encabezado) para el bien de todos. La humanidad
necesita personas que se amen, personas que se expresen desde sus talentos, personas
que nos ayuden a superar frustraciones para así poder llegar a regenerar el maltratado
hogar común
Este ensayo es la revisión del
publicado en el diario CyL












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