El juego del calamar 2 y 3: El valor de la actitud comprometida

 



La última de las libertades humanas es elegir nuestra actitud en medio de cualquier circunstancia dada 

Viktor Frankl 

 

Tras su exitosa primera temporada, el brillante realizador Hwang Dong-hyuk nos sumerge en una nueva edición del perverso juego que se aprovecha de la acuciante necesidad de sus participantes. En El juego del calamar 2-3 (2024-2025) un Seong Gi-hoon totalmente comprometido con la gente marginal busca sin escatimar recursos materiales ni personales a los responsables de ese horror para finiquitarlo

Y con ese objetivo acabará jugando otra vez luciendo –nunca mejor dicho- su mítico dorsal 456. El 456 -el último número asignado en la competición de la despersonalización/deshumanización que el nombrar numeral evidencia- es nuevamente otorgado a la primera persona en empatía quien de algún modo cual líder de una manada de lobos permanece atrás para cuidarlos a todos

Y es que nada queda del egoísta e inmaduro joven que entró a jugar por primera vez en su ambición de ganar dinero rápido buscando saldar deudas asfixiantes; Gi-hoon aprovechó entonces el juego para crecer como persona y descubrir su gran valor. Él ganó una gran suma de dinero, pero mucho más allá de esa ayuda material él se ganó a sí mismo como humanísimo vencedor del juego y ya de forma definitiva en el oscuro post juego al derrotar moralmente al gélido líder anciano comprobando que no es cierto que la gente sea siempre egoísta

Así que de nuevo asistiremos a un espectáculo lleno de violencia –que pone a prueba a los que no soportamos tanto derramamiento de sangre- y que es imagen de la creciente violencia humana física y verbal de nuestro abismado mundo global. Un mundo de radicalidad capitalista, un mundo tremendamente injusto y feroz que se sustenta en el egoísmo de algunos y el miedo de muchos, un mundo que cada vez margina a más gente creando gran desengaño social y que en consecuencia favorece/alimenta opciones violentas en una espiral destructiva que lo oscurece casi todo

No obstante y pese a tanto –en la ficción retratada y en nuestra realidad evocada- Dong-hyuk busca poner también el foco en la humanidad de varios de sus personajes, en especial en la del heroico Gi-hoon quien para nada lo tendrá fácil en una misión casi imposible…

Debo advertir que el análisis que sigue contiene spoilers



Prioridades

Una casi imposibilidad que entiendo él no valoró suficientemente en su día al tomar la decisión de abandonar su planificado regreso al hogar (el volver al lado de su amada hija ya como padre adulto referente) para acometer la descomunal tarea de acabar con el perverso juego. Con esa valerosa decisión Gi-hoon antepuso la protección a los demás en general al cuidar a los cercanos en particular (empezando por él mismo). Una priorización exterior, dicho sea de paso, en la que se han abismado muchas grandes personas de todos los tiempos y lugares

Y es que si bien él pudo cambiarse a sí mismo gracias a la primera edición del juego comprobaremos que no podrá cambiar lo suficiente a sus nuevos compañeros como para que juntos lo paren y en esa sabia decisión pudieran regresar a la vida real con la potente lección aprendida

De nuevo las prioridades, si la de Gi-hoon es “salvar” a los demás a costa de sí mismo, para la mayoría de los jugadores su prioridad es “salvarse” a costa de los demás: cuantos más mueran más dinero



Opuestos

En este sentido Gi-hoon y los que lo siguen tienen como principales oponentes al grupo que desoye sus verdades. Y vemos como el héroe pese a sus denodados esfuerzos no logra revertir la situación: los opuestos oscuros con dorsal crecen en número y en intensidad malvada; y es que si en la primera edición venció la luz que él encarna, ahora será al contrario

De hecho el protagonista es el actual líder In-ho quien al igual que su anciano predecesor se enmascara como jugador número 1 y logra la confianza del bueno de Gi-hoon

En efecto, mientras que en la primera edición el foco estaba en el jugador 456 quien tenía dos opuestos oscuros (su amigo de infancia y el anciano líder 1), en la nueva contienda el foco está en el reverso oscuro encarnado por el potente nuevo líder 1 quien se las ve con sus dos opuestos luz: su comprometido hermano policía que fuera del juego busca localizar la isla donde este tiene lugar y el sublime jugador 456

En ese pulso esencial resultan muy reveladoras las conversaciones entre los jugadores antitéticos, entre un 1 que lo sabe todo de 456 y un 456 que lo desconoce todo de 1:

Tras el primer juego, el líder enmascarado le pregunta a su opuesto por qué ha vuelto si ganó tantísimo dinero y Gi-hoon responde en contundencia moral que el dinero no es suyo sino de los que perdieron la vida buscando ganarlo. In-ho lo rebate afirmando que "no gastar el dinero no los resucitará” y cuestionando su afán salvador planteándole que si una vez fuera sus “salvados” serían todos realmente felices y le darían las gracias. Como ocurriera con el anciano, el mal que los egoístas 1 encarnan se sustenta fundamentalmente en ese “todos son escoria” que Gi-hoon ya demostró falso

Y en otra lúcida conversación que acontece antes de la horrible noche de muerte desbocada, los vemos en el corro de los comprometidos simbólicamente sentados uno frente a otro. In-hoo afirma que hay que atacar a los otros antes que les ataquen pero Gi-hoon lo rebate en su estar en contra de matarse mutuamente asegurando que es lo que quieren los responsables del juego (incluido el “amigo” In-hoo que lo escucha) y los que lo disfrutan viéndolo (en especial los perversos vips que lo patrocinan)

Es por ello que Gi-hoon los invita a rebelarse. Su plan: esconderse y aguantar para luego hacerse pasar por muertos e iniciar la revuelta armada. El bien que él encarna confía en con-vencer a un buen número de esos jugadores, no será así y los escasos valientes fracasarán en gran parte por la traición del “compañero” líder. Sólo sobreviven los opuestos por voluntad del señor oscuro quien “mata” a su personaje 1 y al mejor amigo de Gi-hoon, un golpe durísimo que deja al jugador 456 profundamente tocado



Culpa

En efecto, Gi-hoon se siente en gran medida culpable por todo lo ocurrido aunque busca aliviarse de carga responsabilizando de la derrota al jugador del equipo que no regresó con más munición. Y en el siguiente juego que es el del escondite acaba en defensa propia con el esquivo cobarde quien muere culpándole

Gi-hoon no puede con su contundente sentencia (no puede esconderse de sí mismo) e intenta suicidarse pero su oponente oscuro ordena a sus soldados que lo impidan. El mal quiere que el bien siga, sabremos por qué

Viéndole tan abismado una de las concursantes más empáticas busca ayudarle verbalizando la injusticia de ese perverso juego, la injusticia del mundo en el que viven/vivimos: “La gente mala hace cosas malas pero culpa a los demás y vive la vida en paz. Pero la gente buena se echa la culpa y se fustiga por cualquier cosa”

Una afirmación generalista que no siempre se cumple pero que sí los define a ambos, al héroe ahora abismado en la culpa y a la anciana quien le habla de su poco corajoso hijo y de ella misma

También valen esas palabras para la joven embarazada que da a luz en pleno juego del escondite. Ella se siente culpable por haber jugado en su estado, por poner en riesgo a su bebé y especialmente por la muerte de la mujer trans quien junto a la anciana la auxilió/protegió en su dar a luz

Una recién nacida que cuando la joven muera acabará jugando con su dorsal por perversa decisión del líder oscuro. Y que será protegida por un Gi-hoon que recupera fuerzas en su voluntad de cumplir la promesa que le hiciera a su madre antes de ser eliminada



Valor humano

Y ya de nuevo como héroe luminoso por fin logra conocer la identidad de su oponente, In-hoo se arriesga a descubrirse ante él y le propone utilizar el puñal que le ha facilitado para matar al resto de los pocos concursantes que jugarán la prueba final con el objetivo de salvarse y salvar a la pequeña

Se entiende que el señor oscuro lo admira porque de alguna manera se ve reflejado en él por su coraje y sus múltiples capacidades para lograr superar todas las dificultades del juego. Por eso le perdonó la vida pese a matar a todos sus compañeros de rebelión

En este sentido se nos muestra a un joven In-hoo concursante con un puñal tras haber asesinado a todos sus contrincantes lo que le convirtió en ganador del juego. Así el ex-jugador pone a prueba al bi-jugador y Gi-hoon por la bebé lo intenta pero él es de otra naturaleza y le es imposible matar si no es en legítima defensa y en el cara a cara despierto

En consecuencia se jugará el último juego en el que nuevamente 456 demostrará su grandeza protegiendo a la niña y acabando con todos sus contrincantes incluido su joven padre que estaba dispuesto a sacrificar a su hija en beneficio propio

Pero en un dramático final Gi-hoon optará por suicidarse para salvar a su protegida. Se deja caer con los brazos abiertos y de espaldas al abismo (el simbólico abismo del juego) proclamando el valor de la humanidad con un reivindicativo "somos humanos". De este modo y contra todo pronóstico gana el juego la bebé 222 a la que vemos en pista protegida con la camisa de su salvador 456



Nuevas esperanzas

Ahora Gi-hoon es ya un mito mártir cuya memoria/legado queda principalmente en manos del a su manera conmovido In-hoo quien renuncia a apropiarse de lo ajeno y decide ofrecerlo a personas para nada malvadas

Sin ser visto le entrega la bebé –y su premio millonario- a su valeroso hermano policía en un acto que puede entenderse como más que justo. Y a cara descubierta In-hoo visita a la hija de Gi-hoon para hacerle entrega de su uniforme 456 y la millonaria suma que aún conservaba el padre

Tras esos ofrecimientos, se nos muestra como el perverso juego sigue siendo dirigido por el líder oscuro aunque en otro país a causa de que finalmente su hermano localizó la isla. El comprometido policía finiquitó el juego pero lamentablemente sólo allí en su tierra

De este modo el mal ha vencido al bien aunque ha reconocido el gran valor de su opuesto y en ese reconocer activo le ofrece una nueva oportunidad encarnada en dos mujeres y un hombre que saben o sabrán del valor del héroe mártir y quienes como herederos de su comprometida actitud podrían hacer que su muerte no haya sido en vano

En este sentido ellas y él son la esperanza ante el horror, una esperanza fundamentalmente femenina que está simbolizada en la figura de la bebé nacida gracias a la fuerza de tres valerosas mujeres: su madre, la anciana y la mujer trans








Comentarios

Entradas populares