Close: La feminidad masculina como estigma

 


Soy el gesto y el desgarro. Soy la máscara donde se refugia el niño. Soy el bucle y el aleteo que difumina los límites. Soy la danza que se sueña sobre los estigmatizados y los parias

 

Manuel Gutiérrez y Manuel Romero (Goya Saturnalia)


El comprometido y sensible realizador Lukas Dhont nos ofrece una magnífica ficción dramática entorno a la fragilidad adolescente que visualiza la estigmatización de la feminidad masculina en un mundo que -pese a los avances- arrastra pesados lastres de siglos de cosmovisión patriarcal

Close (2022) retrata la historia trágica de Leo y Remi, dos grandes amigos que al cambiar de centro escolar ven con incomodidad cómo sus nuevos compañeros etiquetan su relación como homosexualidad

 


Más que amigos

 

Es bella la mirada empática de Dhont, una mirada luminosa y sutil que inicialmente nos sumerge en el gozoso día a día vacacional de sus protagonistas a los que dan excelente vida Eden Dambrine quien es Leo y Gustav De Waele como Remi


Hay gran belleza en el mostrar a los adolescentes disfrutando de su complicidad y de su alegría de vivir. Los vemos colaborando con sus familias en tareas del campo, corriendo, jugando… Leo y Remi se admiran mutuamente y comparten intimidad con total naturalidad. En efecto, a menudo duermen juntos y suelen quedarse dormidos en puro abrazo fraternal

Y es que son como hermanos, se sienten bien así y se muestran a todos sin rubor alguno en esa belleza amorosa que encarnan. Todo es armonía en su pequeño universo…



Debo advertir que el análisis que sigue contiene inevitablemente spoilers, incluido el final


Amistad cuestionada

 

Hasta que tras esas vacaciones luminosas acuden juntos al nuevo centro escolar que les han asignado. Leo y Remi se muestran tal y como son, en desnuda verdad: se tocan o se apoyan en gestos de intimidad que son normales entre las chicas pero que -lamentablemente- en los chicos crean miradas, recelos e imponen etiquetas

 

De modo que Leo ha de dar explicaciones en creciente incomodidad a compañeros desconocidos que cuestionan su amistad y la califican como homosexualidad

 

Más allá de esa tristísima consideración peyorativa del amor carnal entre hombres de la que el chaval “se defiende”, entiendo que en ese cuestionar está la sutil intoxicación machista que pervive en nuestra sociedad “igualitaria” del no aceptar plenamente la feminidad en los hombres

 

Y por ese sentirse cuestionado, Leo -quien parece depender más de la aprobación grupal que Remi- poco a poco reduce sus tiempos en común con su amigo del alma. Y si antes se apoyaba cariñosamente en el hombro de él, ahora rechaza cualquier contacto físico con Remi. Leo se aparta y su sorprendido amigo se siente profundamente dolido

 

Por ese sentir doloroso Remi llora ante un Leo irreconocible para él. Pero Leo hace todo lo posible para que ningún compañero de estudios vea sus lágrimas, en ese rechazo silencioso planea la impostura machista de “los hombres no lloran y menos por otro hombre”

 


Silencios

 

No obstante Leo acabará llorando por Remi cuando confiese que él lastimó emocionalmente a su amigo suicida, lo confesará tarde a la madre del casi hermano. Porque lamentablemente Remi no puede asimilar ese vuelco radical en su amistad y opta por acabar con su profundo dolor en la radicalidad extrema del suicidio

 

Dhont nos muestra ese proceso de distanciamiento de final trágico en sublime empatía luminosa, un mostrar exquisito en el que sobresalen los silencios de los dos protagonistas, silencios que no obstante hablan profundamente. Y nos revela con suma delicadeza las reacciones del entorno cercano de ambos chavales, sus familias y así mismo sus compañeros de escuela

 

Quedan en evidencia las dificultades adolescentes y en mayor medida las dificultades adultas -familias y docentes- para llegar al fondo de los cambios de comportamiento de los chicos, en concreto del cambio experimentado en el alegre Remi que lo lleva -no sin más de un aviso que no es suficientemente valorado ni entendido- a tan fatal desenlace





Luz a las sombras

La película es pedagogía necesaria por su fiel retrato de las naturales ambivalencias adolescentes, de la fragilidad de esos niños mayores y asimismo de las grandes problemáticas que les afectan como son el acoso o el suicidio

 

Pero a mi entender su mayor pedagogía está en mostrar las sombras del incipiente cambio hacia una sociedad más igualitaria donde tanto la mujer como la feminidad recuperen su lugar

 

Concretamente en el poner luz a las sombras que afectan a los hombres. Sombras que emanan de la limitada y limitante visión patriarcal en la que nosotros no podemos mostrar abiertamente nuestra feminidad

 

Siento que es necesario dejar atrás un entender que no entiende, una mirada ciega que califica el hablar de sentimientos o el llorar como impropios de un hombre. Y que considera aún más impropio que la natural vulnerabilidad masculina, el tocarse con dulzura o el besarse entre hombres

 

Del mismo modo entiendo que es necesario superar los estereotipos machistas más sutiles para llegar a aceptar con plena normalidad el uso masculino del rosa o de los colores luminosos en la vestimenta, el pintarse las uñas, el adornarse de forma vistosa…

 

Vivimos tiempos de progresiva aceptación de la igualdad entre géneros y resarcimiento de la mujer. Pero lamentablemente a una velocidad más lenta se va reconociendo la igualdad de género en lo referente a la feminidad humana

 

Porque afortunadamente los hombres tenemos nuestra parte femenina (así como las mujeres su parte masculina) y esta ha de expresarse para el bien individual y colectivo

 

Close pone el dedo en la yaga al visualizar la estigmatización -a menudo sutil- de la feminidad masculina y nos invita a reflexionar sobre la necesidad de renovar nuestra forma de mirar y entender la igualdad de género


Este artículo es la revisión del publicado en el diario CyL







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