Más extraño que la ficción: La realidad como creación simbólica
Somos sueños de
una persona que está soñando y al mismo tiempo esa persona es también un sueño
de otro soñador
Jorge Luis Borges
Estrenada en 2006, esta profunda comedia romántica cuyo título original es Stranger Than Fiction nos plantea distintas cuestiones trascendentes
A partir de un lúcido
guion deZach Helm, el realizador Marc Forster nos
ofrece una ficción de gran originalidad y muy rica en simbolismos cuyos
mensajes se enlazan con maestría. De ahí que sea recomendable verla con
atención para apreciar sus pequeños detalles y así comprender más ampliamente
todo lo que se nos transmite
Destacar las
excelentes interpretaciones de los tres protagonistas principales de la
historia: el cómico Will Ferell quien encarna al monótono y gris Harold Crick, Maggie
Gyllenhaal como la vital Ana Pascal y Emma Thompson dando vida a la destructiva
Karen Eiffel. Y a esos grandes de la escena hay que añadir como secundario de
lujo al mítico Dustin Hoffman quien es el profesor Jules Hilbert
Partiendo de la
sinopsis para podernos situar bien en la historia expuesta, en este ensayo se
desarrollan los diversos temas que de una forma más o menos explícita se tratan
en la película: ficción versus “realidad”, el tiempo cíclico, contar números
versus contar historias, la libre inspiración, el niño interior, la danza muerte-renacimiento
y los arquetipos de los protagonistas como “tríada cosmogónica”
Debo advertir que
el análisis que sigue contiene spoilers (incluído el final)
Harold Crick es una
persona calculadora, mecánica, rutinaria, solitaria y gris que trabaja como auditor.
De repente, empieza a oir una voz femenina que relata lo que hace como si él fuera
el personaje principal de una obra... Al estar pendiente de una voz que sólo él
escucha, su vida extremadamente rutinaria empieza a cambiar...
Se nos muestra
como acude a inspeccionar un pequeño negocio de pastelería enamorándose de su
propietaria Ana Pascal, una chica muy vital y de espíritu libre. Desde ese
encuentro Harold no puede dejar de pensar en ella
Lo vemos esperando el autobús y se nos enfoca a su reloj que se descontrola deteniéndose cuando Ana pasa por la acera de enfrente, como queriéndole avisar de su presencia, pero Harold no se percata. Al darse cuenta del parón del reloj y ponerlo en hora la voz le narra que ese aparato le llevará a su inevitable destino: la muerte inminente
Preocupado,
Harold decide consultar a una psiquiatra sin encontrar explicación
satisfactoria aunque le aconseja hablar con un experto literario. Así que contacta
con el profesor Jules Hilbert para que le ayude a
cambiar su fatal destino. Este se compromete a buscar qué autoras podrían escribir
una novela como la vida de Harold teniendo en cuenta su desenlace de muerte
El profesor le
hace ver que, ya que va a morir pronto, haga todo lo que le guste. Harold
recordará entonces que siempre quiso tocar la guitarra por lo que decide
comprarse una. Y en ese deseo cumplido, él cada vez se abre más a disfrutar de
la vida y se atreve a decirle a Ana que la quiere
Posteriormente
Harold ve en la televisión una entrevista a la escritora Karen Eiffel y
reconoce que es su voz la que oye como narradora de su día a día. Al comentarlo
con el profesor, este le confirma que en todas sus novelas el protagonista
muere
Paralelamente se
nos muestra a la novelista buscando formas de cómo matar al personaje de su historia.
Pero en realidad se imagina a ella misma como tal y en una opción de muerte
visualiza a un niño en bicicleta como desencadenante
Gracias a su
entrega, Harold logra contactar con Karen y se confirma que ella está
escribiendo una novela en la que él es el personaje principal. Y consigue que la
escritora le dé el manuscrito cuyo final aún no ha mecanografiado
Tras leer la
novela, Harold le dice a Karen que le ha encantado y que acepta morir pero ella
por primera vez se siente cruel por matar siempre a todos sus protagonistas, la
novelista duda antes de mecanografiar el final de su obra
Convencido de su
muerte, Harold decide pasar su "última" noche con Ana.
Y a la mañana siguiente cuando espera en la parada del autobús, él salva de ser
atropellado a un niño en bicicleta (el mismo niño que ya había aparecido en el
simulacro de Karen) El chaval cruza frente al bus y Harold al apartarlo acaba
recibiendo el impacto
Karen ha decidido
no matar a Harold porque aprecia que merece vivir, así que él se salva por su
reloj (un fragmento detiene la hemorragia que hubiera sido mortal)
En la última
escena vemos a Harold convaleciente en el hospital, el médico le comunica que
va a quedar bien. Y como le visita Ana trayéndole galletas, Harold siente en
ese compartir que todo esta bien por fin
Ficción versus “realidad”
La película plantea hasta que punto
ficción y “realidad” estan ligadas. Un
cuestionamiento que se apoya en el entender de numerosas personas a lo largo de
la historia, quienes postularon que vivimos en una Maya o Matrix ilusoria. No sólo
los amerindios y otras antiguas civilizaciones, también gentes eminentes de tiempos
más cercanos como Pedro Calderón de la Barca, Albert Einstein o Jorge Luis
Borges (su somos sueños es citado en el encabezado) expresaron su convencimiento de
que esta vida es un sueño o una ilusión que se nos presenta tercamente como
real
Hoy en día gracias al desarrollo
de las artes cinematográficas y las tecnologías virtuales es más fácil
acercarse a entender conceptualmente el posible funcionamiento de este gran “sueño
ficción global” en el que transitamos y que podríamos denominar “Matrix en
común” en tanto que nos afecta e incumbe a todos
Zach Helm y Marc Forster se añaden pues a
la larga lista de esos filmes, lista que encabeza la saga Matrix de las
hermanas Wachowski y que incluye películas como The Truman
Show de Peter Weir o Ready Player One de Steven Spielberg
El Tiempo cíclico
El tiempo es coprotagonista de la trama de este film, el reloj de pulsera de Harold se comporta como un miembro más de su cuerpo que inicialmente lo vincula a su obsesión por pautar su día a día. Él “vive” controlado por el tiempo, todo está planificado, no hay espacio para la novedad. Hasta que al oir la voz de Karen su reloj-miembro empieza a salirse de lo previsto-habitual y se convierte en agente del cambio
Cuando su reloj se para y Harold pide la hora, se
la dan tres minutos adelantada (el simbólico tres que está asociado al tiempo:
pasado-presente-futuro)
Harold está más
identificado con en el tiempo presente-actual (se refleja en la decoración
moderna de su vivienda) mientras que Ana lo hace fundamentalmente en el pasado-retro
(la decoración de su hogar tiene un aire de tiempos pasados) y el
futuro-desconocido pertenece a Karen y está abierto a lo que ella piensa-escribe
En el tiempo de Harold
(que es el dominante en la actualidad que “vivimos” todos nosotros) se dan las
condiciones que refuerzan el control y el predominio del cálculo propios de su
personalidad. Pero al adelantar la hora de su reloj, Harold está más cerca del
tiempo futuro-desconocido dónde encontrará las respuestas que empieza a buscar
permitíendole recuperar su maltratado pasado al salvar al niño en bicicleta (su
niño interior) y dónde podrá influir en el desenlace de su historia
Simbólicamente el
reloj de Harold es esférico al igual que lo son la ventana de la pastelería,
las ruedas de la bicicleta del niño y la estructura de la cama del hospital. La
esfera o el círculo como imagen del devenir cíclico del tiempo en nuestra
“realidad”
Y al final la
potente imagen del gran reloj blanco tipo Big Ben (tan fonéticamente parecido
al Big Bang cosmológico) que se ve a través de la ventana de la habitación del
hospital como reflejo de que el presente se ha transmutado en un tiempo retro de
paz y donde todo -cual página en blanco- está por “escribir”, todo es posible
Contar números versus contar historias
Como sabemos nuestro
mundo actual está cada vez más dominado por el contar números y la estadística.
Sólo tenemos que observar con detenimiento los medios informativos para darnos
cuenta de hasta qué punto se priorizan las cantidades y los tantos por
ciento... Y eso es precisamente lo que más sabe hacer Harold, quien se nos
presenta como una calculadora humana
Al contactar con el
profesor Jules quien encarna el conocimento, Harold entra por fin en el rico mundo
del contar historias que le abre la puerta a recuperar a su niño interior y a
sentir la vida plena
Y si nosotros
mismos los espectadores tiráramos atrás en el tiempo como nos propone la
película, contaríamos menos números y recuperaríamos el beneficioso contar más
historias. Porque el contar números es frío, distante, predoninantemente masculino-racional
y tiende a la aceleración, en cambio el contar relatos es cálido, cercano,
femenino-intuitivo y nos relaja como ocurre con el fuego del hogar
La libre inspiración
Karen no
encuentra el final para su novela, está bloqueada, y busca aplicar métodos
conocidos pero sin resultados satisfactorios. De repente en un momento en el
que ella se relaja y no está trabajando en cómo matar a su protagonista, ocurre
algo fortuito que le inspira el final deseado
La película nos
muestra pues cómo la inspiración es la fuente de todo lo verdaderamente
original y único. Cuando esta surge todo es fácil, sólo hay que relajarse,
estar atento a todo y dejarse llevar por ella cuando la chispa aparece. Afortunadamente
la inspiración -como el amor- no se puede forzar, aparece espontáneamente en el
momento adecuado
A menudo
conectamos con la inspiración cerrando los ojos, conectando con nosotros
mismos; Harold así lo hace cuando renovado toca la guitarra en casa de Ana
El niño interior
Todos somos
niños, tengamos la edad que tengamos. En la película el niño que somos aun
siendo adultos (el niño interior) se visualiza mediante el niño en bicicleta
que aparece en los accidentes-muerte tanto de Harold como de Karen
Harold por su
forma de “vivir” está muy desconectado de su niño interior. Cuando habla con su
único amigo y le comenta que haría él si supiera que va a morir pronto este le
responde que ir a un parque de atracciones como cuando era niño, él se
sorprende y le contesta que es demasiado grande para ir a un sitio así. Y
cuando Ana después de un dia difícil le ofrece galletas con leche, Harold las
rechaza y ella tiene que insistir para que al final se las tome
La transformación
que se está produciendo en Harold le lleva paulatinamente a recuperar a su niño,
así toca la guitarra, va al cine, toma palomitas...
También se produce el cambio en Karen a partir del momento en que se da cuenta de que Harold es real. Karen alberga una niña herida con sed de venganza y de muerte que al tomar conciencia de su instinto destructor proyectado en sus novelas llora y se conmueve
Muerte-Renacimiento
Comunmente transitamos
por la vida dormidos-anestesiados sin percatamos de muchas cosas ni ser capaces
de entender lo que en realidad nos ocurre y ocurre a nuestro alrededor. Así luchamos
contra todo y todos creando enemigos allí donde no somos capaces de comprender.
Esto nos ocurre tanto a nivel personal como social. En el ambiente de miedo generalizado
de nuestra “realidad”, la presencia de lo diferente y/o desconocido nos impulsa
a dominar, vencer-convencer, devorar, destruir, matar...
En la película
cuando Harold se encuentra en su casa haciendo una jornada de descanso viendo la
televisión, todos los programas que ve muestran lucha y muerte. Hasta que una
grua abre un boquete en la pared y se “traga” el televisor adoctrinador como
señal de la necesidad de dejar de estar anestesiado para poder vivir de otra
manera mucho más propia
Además al
destruirse la pared Harold abandona su vivienda y se va a vivir con su amigo,
es decir sale de su mundo aislado y se abre a relacionarse
Estamos en el
proceso de muerte-renacimiento psicológico de Harold iniciado por la toma de
conciencia de su realidad gris gracias a la ayuda de la voz narradora y de su
miembro-reloj, que se convierte en el pepito grillo de Pinocho -pero invertido
al de Collodi- impulsándolo a vivir su vida. Y el ingrediente fundamental para
que el proceso avance y culmine es su amor a Ana
Ana encarna el
amor-Eros frente a la desconexión vital de Harold. Ella es espontánea, tiene
sus propias ideas y actúa consecuentemente (no da sus impuestos para la defensa
militar), se relaciona con la gente, trabaja en lo que le gusta, en definitiva:
vive con satisfacción su vida
En este sentido
es de notar que mientras que la decoración de la vivienda de Harold (y también
la de Karen) es totalmente neutra sin vitalidad ni alma, la de Ana está llena
de vida y colorido, es un hogar que invita a estar y disfrutar. Y su pastelería
también es cálida, incluso la puerta simbólicamente es de tonalidad roja fuego pasional.
Además hornea galletas y pasteles con amor, alegría y pasión
Ella es Eros cuando
se chupa el dedo después de preparar un pastel y también al ofrecer las
galletas con leche a Harold (le tienta-seduce y él siente el placer de
degustarlas) Ana es el fuego de Eros que Harold necesitaba para deshacer su
hielo
Conforme Eros
crece en Harold este cambia dejándose llevar y viviendo su vida. Ya no calcula,
disfruta de su vida y viste más a su gusto abandonando la corbata y el traje (la
imagen de la uniformización-anulación de las diferencias), incluso lo vemos con
un jersey rojo fuego
Harold pasa de
observar a Ana dentro del círculo del devenir (la ventana de la pastelería) a
estar finalmente con ella en el círculo (la estructura circular de la cama
hospitalaria) Nótese que el centro del círculo es inmóvil mientras que el
exterior gira, es decir ellos dos han logrado la paz
Otro simbolismo
relacionado con el renacimiento es el hecho de que la puerta de la pastelería sea
ovalada: la vida latente que está por nacer, la potencialidad de todo-todos, el
huevo de pascua-cósmico
En otro orden de
cosas, el autobús conducido por una mujer de color es también protagonista en
la película. Simbólicamente el autobús es el curso de la vida y la conductora
negra representa la rica parte relegada a la oscuridad por Harold
En el bus se
encuentran “casualmente” Harold y Ana en su proceso de flirteo-conocimiento donde
la pastelera es empujada por un frenazo a sentarse junto al auditor y vemos que
él está situado en un lugar inestable-móvil mientras que ella está en un lugar
seguro-fijo. Del mismo modo es allí donde Harold lee la novela (cuyo final ha
escrito Karen también en el bus). Y es este vehículo el que le atropella
dándole el último toque para completar su muerte-renacimiento
Harold es pues el
héroe de la historia, un héroe que es redimido y a la vez redime gracias a las
mujeres-la feminidad:
Karen se da
cuenta de su condición como tal al ver que Harold está dispuesto a morir
voluntariamente aún sabiendo que podría detener la tragedia y por eso la autora
decide que merece vivir. Y Ana percibe su potencial escondido tras la máscara
insípida desde el primer momento que lo ve y en ese saber lo seduce, así ella
se convierte en su motor de transformación a la vida plena
Pero la historia
que nos cuenta la película es asimismo la de la muerte-renacimiento de Karen.
La novelista tiende también al aislamiento y “vive” atormentada. A través de
sus obras proyecta su propio deseo de muerte, ella entiende que es la muerte
sin más la que nos conduce a los humanos a la libertad y a la paz, lo describe
así cuando habla de los suicidas que se tiran desde los edificios y mueren plácidamente
al contacto con el aire antes de impactar
Todo empieza a
cambiar en ella cuando aparece una asistenta enviada por su editorial para
ayudarla a desbloquearse. Esa mujer es de color (simbolizando en su tonalidad
oscura aquello que la novelista no ve o no quiere ver-iluminar) y le comenta
que nunca piensa en morir ni lo desea. La asistenta habla con Karen acerca de
su adicción al tabaco diciéndole que dejarlo podría salvar su vida y la
novelista sintomáticamente responde que no está en “el negocio de salvar vidas
sino todo lo contrario”
Así como Ana
encarna Eros, Karen es su opuesto Tanatos en eterna danza-alianza que nos desafía
a lograr la paz verdadera
No obstante a
partir del momento en que ella se da cuenta de que Harold es real también se
produce el cambio en Karen. El teléfono (el símbolo de la comunicación, del te
escucho-me escuchas) es el medio para sincronizar ficción y realidad, suena
cuando ella escribe que va a sonar y lo responde al tercer timbre (una nueva
alusión al papel determinante del tiempo en el proceso de transformación en el
que se encuentran ambos personajes y ambos “universos”)
Así Harold y
Karen hablan, ella le entrega el manuscrito y él acepta morir. La novelista
llora y se conmueve al tomar conciencia de su deseo de matar a todos sus
personajes que son sus álter ego, por lo que decide no hacerlo con Harold. Ella
se siente cruel matando siempre a sus protagonistas aún que estos no se lo
“merezcan”
Y al decidir que
Harold viva, ella también renace. Karen abandona su identificación con Tanatos
y se entrega a Eros reconociéndolo como el salvador de vidas que ella también
necesitaba y que su “creación literaria” le ha posibilitado
Tríada cosmogónica
Se ha comentado
la asociación del tres con el tiempo que es protagonista esencial en la
película. También las tríadas están relacionadas con muchas cosmogonías
Así, por ejemplo,
tomando los tres aspectos de la divinidad cristiana que impregna la cosmovisión
occidental entiendo que pueden asociarse los protagonistas de esta ficción a
los arquetipos del padre, el hijo y el espíritu. Karen encarnaría al padre,
Harold al hijo y Ana al vivificador espíritu. La diferencia está en que aquí el
espíritu se nos muestra no tan “santo” como en el catolicismo donde tiene un sentido
estricto y limitador ligado al concepto de que el goce mundano es “pecado”
Tres arquetipos
cosmogónicos que al final de la historia se fusionan bellamente en una paz
vital que renueva la realidad para todos
Todo es posible
La película nos
muestra además el valor de lo aparentemente pequeño y nos recuerda que todo es
posible si nos atrevemos a hacerle caso a sus señales, al final la voz
narradora nos dice:
“A veces cuando
nos perdemos en el miedo y la desesperación, en
la rutina y la constancia, en la tragedia y la desesperanza, podemos agradecer
las galletas de azúcar. Y afortunadamente cuando no hay galletas, podemos
encontrar la calma en una mano familiar en nuestra piel, o un gesto afectuoso,
o un ánimo sutil, o un abrazo cariñoso, o un ofrecimiento de consuelo. Además
de los secretos en voz baja, la guitarra, y tal vez la ocasional obra de
ficción. Y debemos recordar que todas estas cosas, los matices, las anomalías,
las sutilezas, que asumimos que sólo son accesorias en nuestras vidas de hecho
están aquí por una causa más grande y más noble: están aquí para salvar
nuestras vidas. Se que la idea parece extraña pero resulta ser verdad”
En esta tierra a
menudo rara en que “vivimos” siempre estamos a tiempo de prestar atención a lo
que nos ocurre y decidir vencer el miedo a despertar del letargo. Recibimos
constantemente ayudas que son normalmente consideradas como pegas cuando en
realidad a menudo son oportunidades para la toma de conciencia y el inicio de
la necesaria transformación. La tragedia puede transformarse en cualquier
momento a comedia con final feliz
Agradezco a
Sergio Inestrosa la invitación para escribir este artículo. También a Paula por
sus aportaciones (en especial en lo referente al proceso de catarsis de Karen)
Este artículo es la revisión del publicado en el diario
CyL
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