El eco: Una mirada luminosa a la vida rural

 


 

Aprendí a descubrir lo extraordinario en lo ordinario

Tatiana Huezo a propósito de la película


No me importa si el otoño se lleva mis pétalos, son mis raíces las que me sostienen en invierno

Janice Sánchez

 

La gran documentalista Tatiana Huezo nos ofrece en su última creación El eco (2023) una luminosa mirada a la vida rural mexicana retratando el día a día de tres familias enraizadas en una aldea remota cuyo evocador nombre da título a la película



Fuerza femenina

En efecto, en esas gentes anida el eco de generaciones de mujeres y hombres que en humana humildad han convivido armónicamente con la impresionante naturaleza del lugar

Mujeres y hombres y no al revés porque han sido y son ellas la base de todo ese saber estar: ellas son las que asumen los duros trabajos diarios sin jornadas festivas y son ellas las que pese a tanto mantienen en sí mismas la llama del amor que lo cohesiona todo y que es la argamasa que une y da fuerza a su pequeña comunidad

Esa fuerza femenina se visualiza especialmente en la muy anciana abuela de uno de los clanes a la que todas quieren y ayudan. Una mujer amada que ama, de ahí la grandeza de su sinsabor por sentirse una carga para las demás. Belleza de corazón femenino y belleza de mirada femenina

Y es que la película estremece belleza por  todos los costados en su sensible fotografía y audio de esa tierra maravillosa en la que ellas y ellos se asientan. Una sensibilidad que se sublima si cabe al retratar a esas gentes sedentarias, en especial por la empatía con la que Huezo nos muestra el sentir de los niños y de las mujeres madres

Un retrato multifamiliar muy bien hilvanado que se vivencia más como película dramática de ficción realista que como documental al uso

Hay mucha luz en la mirada de cámara y en las miradas que retrata: 

Niños inocentes que juegan y ríen, que investigan sensorialmente (la luz solar, el agua, los tallos de los sembrados…), que escuchan crueles leyendas tradicionales, que vivencian la enfermedad de sus mayores, la muerte de la abuela, el trabajo duro de cada día… y el amor con mayúsculas de estas mujeres a menudo expresado con rudeza, la rudeza de tanta carga

Y mujeres que en ese amor se apoyan mutuamente y van reivindicando su grandeza en un universo de poder masculino que se resiste a abrir miras

En ese empoderamiento femenino, la propuesta de una mujer a su esposo: “te quedas con los niños y yo me voy a trabajar” un trabajar que merecería comillas porque en realidad ella ya trabaja en múltiples tareas más allá del cuidado de los hijos en común



Luz en las oscuridades

Huezo pone el foco en esa necesario empoderamiento femenino en la sociedad de pesada herencia patriarcal y también en la rotunda denuncia de la insensibilidad de aquellos que explotan la naturaleza sin valorar las consecuencias de sus actos, actos que afectan especialmente a esa comunidad tan respetuosa con el medio

Y también en las dificultades que encuentran las nuevas generaciones en ese micro cosmos aislado y cerrado. Dificultades reales visualizadas en la pequeña que quiere estudiar veterinaria pero no consigue la aprobación materna o en la adolescente que sorpresivamente –y en pleno rodaje- sin despedirse de nadie abandona la comunidad en su necesidad de horizontes más amplios

En este sentido es de valorar la reacción de su madre quien llegó a sufrir la posibilidad de un secuestro –tan tristemente habitual en México- y que sabiéndola a salvo lejos de cargar responsabilidades en la joven busca comprender sus razones cuestionando en ese actuar su modo de entender anclado en la tradición



Huezo en ese retrato luminoso y empático elaborado con respetuosa cercanía nos invita a reflexionar sobre lo extraordinaria que es la vida misma, y en ese darse cuenta poder abrir miras que nos ayuden a crear día a día un mundo mejor que armonice la herencia pasada con la realidad presente

Así, la realizadora mexicana sin obviar las preocupantes sombras de nuestro mundo -que ha retratado siempre con voluntad de denuncia en todos sus audiovisuales- busca con este maravilloso El eco levantar los ánimos de los espectadores –en especial de los más sensibles- recordándonos que todavía hay esperanza; en sus palabras “quería rodar en las tierras de mi infancia algo que disipara tanta oscuridad” y sin duda lo ha logrado

Las citas de Huezo están sacadas de la entrevista concedida al medio contracultura.es https://contracultural.es/actualidad/entrevista-tatiana-huezo-eco/





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