Día Cero: Buscando la verdad en un mundo ciego de miedo
¿De qué sirve estar aquí vociferando? … Deberíamos estar ayudándonos los unos a los otros ¿Creéis que está bien venir a insultar? … Tenéis miedo… ¿Defendéis a los débiles? ¿A los currantes?... esto va de alguien que nos odia y han encontrado una forma de hacernos daño. Por favor dejad trabajar a los bomberos
George a las
masas desbocadas
Con estas palabras, George Mullen –ex-presidente de EEUU interpretado por un sobresaliente Robert de Niro- acalla a la gente que desnortada increpa y amenaza a los trabajadores públicos quienes intentan rescatar a sus conciudadanos enterrados bajo los escombros tras el sorpresivo atentado masivo que ha convulsionado al país. En efecto, en la simbólica noche un ciberataque de dimensiones nunca antes vistas anuló la energía eléctrica y las comunicaciones durante un larguísimo minuto provocando un reguero de muertes y daños materiales; y dejando además la preocupante amenaza de un inminente nuevo ataque
Día Cero (2025) retrata excelentemente el convulso proceso de investigación que liderará ese hombre valeroso, empático y comprometido quien pese a su avanzada edad acepta un encargo que lo pondrá a prueba en lo personal/familiar, y asimismo en lo referente a sus convicciones sociales y valores morales
La tríada de creadores -formada por Eric Newman, Noah Oppenheim y Michael Smidth- nos sumergen en una ficción que escenifica la preocupante realidad de nuestro cada vez más desvariado mundo con clara voluntad pedagógica. Así, se nos muestran comunicadores sin escrúpulos que manipulan los hechos y aleccionan a sus seguidores a los abismos de la discordia. Y políticos corruptos que anteponen los intereses partidistas y personales al bien común del pueblo al que supuestamente representan
La serie atrapa en su muy lograda mezcla de thriller político y drama psicológico, el de un hombre que deviene heroico en su corajosa defensa de los valores fundamentales de la democracia que históricamente -y pese a tanto- han pretendido definir al poderoso país de la emblemática Estatua de la Libertad y que actualmente tiene que soportar a un presidente dictatorial. Ese poderoso arquetipo femenino como una luminosa imagen simbólica que evoca los valores amenazados y que fue regalo de la hermana Europa, una Europa hoy en día también en agonía democrática
Por eso y pese a que Día cero se mueve en los habituales clichés del egocentrismo yanqui, si somos un poco indulgentes apreciaremos la conveniencia de su relato en unos tiempos en los que el miedo y la mentira amenazan los logros conseguidos durante décadas de durísima lucha en todo nuestro mundo global
Porque -como sucede con George cuando se enfrenta
a la gente que teme perderlo todo tras el atentado masivo- por muy confundida
que esté la ciudadanía por tantas influencias destructivas en su mayoría
aplaude la autenticidad de los que pronuncian palabras empáticas y las hacen
realidad para el bien común sin miedo a los poderes tramposos siempre basados
en egoísmos insaciables
Debo advertir que el análisis que sigue contiene spoilers
Afrontando la vulnerabilidad
Mullen no tiene ese miedo que desboca a tanta gente y les convierte en sombras humanas que buscan la seguridad en el escarnio al otro “enemigo”. Un "enemigo" fabricado por líderes mediáticos y políticos que se sienten cómodos en la confrontación social
No obstante, el ex presidente es también un ser humano y por tanto un ser vulnerable. En efecto, en él está la carga por la no del todo clara muerte de su hijo; una muerte por sobredosis resuelta como suicidio y que le obligó a dimitir de su cargo para atender a su convulsa familia y atenderse a sí mismo
Se nos muestra cómo se mezclan ese presente de búsqueda de la verdad comunitaria con el pasado de búsqueda de la verdad personal. Los mejores momentos de la serie son los que nos permiten ver y sentir tal y como vivencia Mullen ese doloroso pasado, esas ocasiones en las que se siente muy confundido sin tener claro si es porque su psique le juega malas pasadas o porque alguien cercano le está administrando algún alucinógeno
Sea como sea, el ex presidente se muestra seguro y paciente. Seguro pese a esos demonios interiores que afloran en el momento menos pensado y pese a la gran presión externa que demanda –como es común en nuestra acelerada sociedad y más en una emergencia- resultados inmediatos. Ante esa presión social, él siempre busca contener la fácil metodología antiterrorista -con la que cuenta por autorización expresa del Congreso- pero que sabe deja sin derechos a los sospechosos, y no obstante como ocurre con todo aquel que actúa presionado cometerá errores
Pocos errores y muchos aciertos que le llevarán finalmente a descubrir la verdad que tanto anhela. Una verdad –como suele suceder- incómoda para muchos y a la que tendrá que hacer frente en su asumida soledad heroica
No es necesario desvelar cual es esa verdad ni lo qué resuelve hacer Mullen con ella. Mejor saberlo viendo esta excelente serie que entretiene e invita a reflexionar sobre la necesidad de afrontar en uno mismo los retos que este tiempo nos demanda. En palabras del experto en simbología Francisco Ariza:
El “enemigo” es uno mismo, hay que conocerse perfectamente bien para no dejarse enredar. Estamos ante un callejón sin salida, “ligados” y “anudados” a un montón de condicionamientos y apegos. Y sólo la espada en manos de quien se busca a sí mismo puede desanudarlos
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