Nomadland: La crisis sistémica como senda al desapego
Te veré en el camino
Citado en la película
Dos grandes mujeres del séptimo arte y una excepcional periodista unidas en esta película que en estilo cercano al documental pone necesaria luz a las sombras de un poderoso país –EEUU- con pies de barro. Frances McDormand –quien encarna con maestría a Ferm, la protagonista de esta historia- se hizo con los derechos del ensayo periodístico País Nomada. Supervivientes del siglo XXI de Jessica Bruder entorno a los workcampers, una comunidad de personas desahuciadas por el sistema que optan por vivir en sus auto-caravanas viajando por todo el país para trabajar como temporeros. Y McDormand confió –sin duda con buen criterio- en Chloé Zhao para realizarlo
El resultado es una sobresaliente película –una de las mejores del 2020- que ha merecido el elogio de crítica y público, y ha sido premiada en numerosos certámenes
Nomadland mezcla excelentemente realidad y ficción, de hecho en el reparto figuran actores profesionales que encarnan personajes –como la propia McDormand o el veterano David Strathairn- y personas que se interpretan a sí mismas, mujeres y hombres que son auténticos workcampers. Esa participación de gente común que habla desde su realidad es una de las mejores bazas de una película que rezuma autenticidad
Cabe destacar su ritmo reposado y la fotografía de Josua James Richards, quien nos ofrece excelentes imágenes de esos paisajes inmensos con especial atención a las salidas y puestas de sol. Todo se nos muestra con bella sencillez y gran sensibilidad. Y sensibilidad asimismo en las serenas melodías al piano del maestro Ludovico Einaudi
En esa armónica excelencia, Nomadland
se vivencia como oda a la naturaleza, y como reivindicación serena del
necesario respeto al medio al que pertenecemos. Y también se descubre como un lúcido cuestionamiento
al sistema económico que rige en nuestra sociedad, un sistema depredador que
amenaza al medio natural y a la humanidad
En los márgenes del sistema
La acción se desarrolla poco después de la contundente crisis financiera del 2008 en la que muchas personas lo perdieron todo o casi todo
Fern es una de ellas. En efecto, tras la muerte de su esposo fue testigo de cómo “moría” la empresa en la que trabajó siempre y con ella la colonia en la que residían tantas familias que dependían de esa factoría
Nuestra protagonista, una mujer autosuficiente de carácter independiente –en ese modo de ser renuncia a vivir con su hermana a pesar del amor que las une- optó por buscarse la vida en una vieja auto-caravana. Se convirtió en workcamper, una más que añadir a una comunidad que aumenta día a día en un país que siendo primera potencia económica paradójicamente crece en miseria
Un fenómeno –los workcamper- que evidencia la profunda crisis sistémica en la que nos encontramos todos –no solo EEUU- desde entonces. Día a día presenciamos el hundimiento de un modelo social caduco y esperamos –los que aún creemos en la humanidad- uno nuevo que anteponga el bien común
Así lo expresa uno de esos nómadas modernos quien evoca al RMS Titanic como imagen del hundimiento de un buque –un sistema, el capitalista- por su propia prepotencia e inconsciencia. Y responsabiliza también a los marineros –que somos todos nosotros- quienes “Aceptamos la tiranía del dólar, la tiranía del mercado. Con mucho gusto tiramos el yugo de la tiranía del dólar y lo vivimos toda la vida”
Ante esa realidad el
hombre apuesta por concienciar a quienes como él ya se han caído del coloso yaciente,
y alentarlos a reconectarse con el medio natural al que ahora tienen más
presente como workcampers y así sentirse unidos como verdadera comunidad, como
tribu
Humildad blanca
Una tribu de cowboys –así se consideran y así los vemos bailar- que tienen la oportunidad de restaurar la imagen de un grupo étnico –el blanco, el estadounidense de tierra adentro- a menudo emparentado con ideas y acciones racistas
El “hombre blanco” –ese es el color de piel de esas gentes retratadas en la película- que sabemos arrebató sus tierras a los indígenas imponiendo su cosmovisión engreída y desconectada del medio. El hombre blanco que esclavizó a los de otras razas –en especial la negra- Ese hombre blanco prepotente que algunos en estos confusos tiempos de resistencias retógradas añoran construyendo muros y portando rifles -ni que sea verbales-
Entiendo que esa asunción de humildad del hombre blanco que se encuentra desahuciado y se reconoce ligado a la naturaleza –esa sensibilidad en la mirada de Fern y otros workcampers-, es la base para la construcción o reconstrucción de una tribu cowboy que acepte y abrace las diferencias. Sólo así se cimienta el –para muchos- anhelado paradigma de un mundo que nos salve a todos
Esos cowboys solitarios y solidarios que rememoran a sus ancestros, y que como ellos se mueven por esos grandes espacios naturales poco poblados vivenciando –a pesar de todas sus cargas- la libertad del que nada o casi nada tiene ya que perder, se saben “aventureros” únicos y se sienten sanamente orgullosos por ello
Lo define bien una mujer a la quedan pocos meses de vida quien cuenta a Fern que sus mejores experiencias las ha tenido en solitario viajando en su auto-caravana. Y han sido maravillosas gracias al contacto real con el medio natural, especialmente con los animales salvajes
Y rememora la vez en que estando junto a un acantilado vio los cientos de nidos de golondrina que había allí, de como una multitud de esos pájaros la rodearon y sintió como que volaba con ellas. Esa libertad plena, esa belleza del vuelo y de las cáscaras de sus huevos sobre el río que semejaban conchas blancas, “Sentí que había hecho suficiente, que mi vida estaba completa” dice con brillo (el brillo de la luz del alma libre) en sus ojos cansados
Es bella la escena en que vemos a Fern visitando ese acantilado evocado y cómo con los amigos nómadas la homenajean lanzando piedras al fuego tal y como ella había querido. “Nos vemos en el camino” dice un hombre al arrojar la suya
Un lúcido “nos vemos en el camino” que expresa el sentir compartido por esos solitarios -pero para nada aislados- workcampers, es la expresión del esperado reencuentro en otros lugares para volver a compartir sus enriquecedoras vivencias
Ante la muerte
Y para algunos de ellos ese "nos vemos" es también expresión válida en la muerte del compañero por entender que esta vida es una etapa y no un final. Entender trascendente que comparto
Sea como sea, la muerte está muy presente en la película, porque esos cowboys nómadas hace tiempo que dejaron atrás la juventud. Así, hablan en sus encuentros de los muertos que les han marcado y son conscientes de que la muerte ya no es algo lejano
Precisamente por eso –y a pesar de tanto- deciden experimentar al máximo su tiempo, por eso esa mujer terminal emprende su último viaje en solitario
Y por ese sentir Ferm rechaza compartir una vida sedentaria con un hombre que le atrae. Ya lo experimentó con su esposo y ahora –siendo como es mujer muy independiente- prefiere la vida solitaria y salvaje, prefiere bañarse desnuda en un río de montaña o caminar sintiendo el viento junto a un acantilado mientras las olas del mar chocan con las rocas…
Lo prefiere así aunque tenga que trabajar ocasionalmente como mujer de limpieza o en un almacén de Amazon, y aunque no sepa si podrá hacerlo “mañana” ni si podrá mantenerse "siempre"
Esa desnudez, ese vivir el presente, esa ligereza de equipaje conforman la imagen de la libertad y la liberación que ella en su humildad encarna. Ferm encarna el “necesito poco y lo poco que necesito, lo necesito poco”, o el humanísimo desapego postulado por Francisco de Asís
Este artículo es la revisión del publicado en el diario CyL
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